Regresar a un lugar donde se fue feliz para celebrar la boda es una de las razones que nos dejan los novios cuando les preguntamos por qué escoger un sitio y no otro para disfrutar junto a los invitados. Para estos novios, realizar su boda en Viñales fue una selección emocional y cómo no serlo si se trata de un sitio maravilloso de la geografía cubana.
Para la decoración de esta boda en Viñales, el equipo se inspiró en un estilo romántico que se adaptara al espacio de la ceremonia y se integrara de manera natural con el entorno del Valle. Los preparativos de la novia tuvieron como escenario al hotel Rancho San Vicente, y el intercambio de los votos y la recepción que siguió, en el hotel La Ermita, ubicado en la cima de una pendiente del Valle de Viñales.
La paleta de color en tonos ocres, rojos intensos y naranjas se inspiró en la naturaleza del lugar. Las vistas maravillosas fueron realzadas y tomadas en cuenta para el diseño de cada momento de la celebración.
El día, que comenzó con una lluvia intensa, no hizo más que asegurarnos que este sería un matrimonio duradero y feliz, pues según las tradiciones la lluvia en día de bodas, es símbolo de bendición, fertilidad y abundancia. Y cuando salió el sol para la ceremonia, esta tradición oral no hizo más que confirmarse.
Desde la tarde hasta bien entrada la madrugada, Live y Victor disfrutaron rodeados de familia y amigos de su día de boda en Viñales. No faltaron las risas, las sorpresas, los juegos y un concierto muy especial y romántico del cantante cubano Diván (regalo sorpresa del novio) en la recepción celebrada en el área de la piscina del hotel.
Coordinación, deco y flores por Aire de Fiesta Cuba
Preparativos: Rancho San Vicente
Ceremonia: La Ermita
Fotos: Yaniel Tolentino
