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Los novios besándose en la escalera del Palacio de los Matrimonios de Prado, decorada por Aire de Fiesta.

Victoria y Guillermo

boda de destino en La Habana

Planear una boda de destino en La Habana  es un reto emocionante. Para estos novios, esta ciudad no solo es un lugar lleno de historia y encanto, sino también el escenario donde se comprometieron. Por lo tanto, regresar a La Habana para celebrar su boda fue la manera perfecta de rendir homenaje al inicio de su historia juntos. Desde los preparativos en el Hotel Manzana Kempinski hasta la fiesta en La Guarida, cada detalle fue cuidadosamente planeado para reflejar su esencia.

Los novios besándose en la escalera del Palacio de los Matrimonios de Prado, decorada por Aire de Fiesta.

Proveedores:

Coordinación, Decoración y Flores: Aire de Fiesta

Planner Internacional: Luciana Krizanowski

Fotos: Marcel Kriegl

Maquillaje: Michel Rego

Ceremonia: Palacio de los Matrimonios de Prado

Recepción: La Guarida

Un momento de reflexión antes de la boda:

En los momentos previos, los novios dedicaron tiempo a escribir sus pensamientos y deseos personales.

Preparativos en el Hotel Manzana Kempinski

Victoria, con su elegante vestido de Lorenzo Caprile, lista para su boda de destino en La Habana. El Capitolio de fondo resalta la conexión única entre el diseño atemporal de su look y la belleza histórica de Cuba.

La llegada al palacio de los Matrimonios de Prado:

Victoria llega al Palacio de los Matrimonios de Prado, el majestuoso escenario elegido para su ceremonia de boda de destino en La Habana. El edificio cautivó a los novios no solo por su belleza, sino también por su rica historia y su ubicación única. Acompañada por su padre, quien ajusta su velo con un gesto lleno de cariño, Victoria avanza hacia el Palacio, dando el primer paso hacia esta nueva etapa junto a Guillermo.

La magia de la música en vivo:

Inicialmente, no estaba prevista una orquesta clásica con piano para la ceremonia. Sin embargo, al descubrir el impresionante piano de cola Steinway & Sons, les sugerimos a los novios incorporarlo. El piano, acompañado por los violines, creó una atmósfera mágica que marcó cada momento de la ceremonia.
Descubre más sobre cómo incorporar música en vivo en nuestro artículo del blog.

La entrada de Victoria a la ceremonia:

La entrada de Victoria fue uno de los momentos más emotivos del día. Primero, llegó acompañada por sus padres, pero a medida que se acercaba al altar, decidió caminar sola hacia él. Este gesto simbolizó el tránsito personal hacia una nueva etapa de su vida junto a Guillermo.

El beso que sella la unión:

Capturada por Marcel Kriegl, es una de las fotografías favoritas de la pareja. Esta imagen no solo refleja la emoción del momento, sino que también captura la majestuosidad del Palacio de los Matrimonios. El imponente techo, con su diseño arquitectónico único, enmarca perfectamente este instante, destacando la elegancia del lugar y la conexión de Victoria y Guillermo en su boda de destino en La Habana.

Un recorrido lleno de estilo y diversión:

Los novios y sus invitados recorrieron La Habana en carros antiguos descapotables.Un detalle divertido de la imagen son los zapatos de Victoria, con el cartel ‘Wifey for Lifey’ visible en sus pies levantados.

El inicio de una celebración inolvidable:

El sonido de tambores y la energía contagiosa de los músicos marcaron el inicio de una celebración inolvidable en esta boda de destino en La Habana.

Otro escenario espectacular para esta boda de destino:

La Guarida recibió a los novios y sus invitados con una decoración espectacular. Las columnas y portones fueron decorados con enredaderas y flores blancas.

El espacio más instagrameable de esta boda: La escalera del salón principal.

Cubierta de vegetación fue uno de los puntos más fotografiados de la noche y el espacio más intagrameable de esta boda de destino en La Habana.

Detalles de la decoración de las mesas en La Guarida:

Cada mesa fue adornada con quinqués antiguos adaptados para velas. Estos quinqués, algunos sin sus campanas originales, se transformaron en floreros que enriquecieron la decoración de la boda. El greenery, en su forma más sutil, se integró perfectamente en las mesas sin invadir el espacio. Indudablemente, este detalle añadió un toque de frescura y naturaleza. Cada pieza, desde los quinqués hasta las sillas antiguas de La Guarida, tiene una historia vivida. Todo esto capturó la esencia de La Habana, resaltando la magia de esta boda de destino en La Habana.

Otra foto icónica de esta boda de destino en La Habana:

La escalera inferior, cuyas paredes reflejan la historia, es un punto de interés tanto para fotógrafos como para los visitantes de La Habana. De este modo, Marcel Kriegl aprovechó el carácter de este espacio, capturando una de las imágenes más representativas de esta boda.

Elementos auténticos de la cultura cubana:

Cuando se celebra una boda de destino en Cuba, los novios suelen buscar vivir la autenticidad de la isla. En este sentido, los puros cubanos jugaron un papel fundamental en la celebración. Además, los cócteles preparados con ron acompañaron a los invitados a lo largo de toda la boda, en un maridaje perfecto. Así, esta combinación de elementos permitió que la esencia de Cuba se integrara con la elegancia de la boda, creando, de este modo, una experiencia genuina.

Un momento lleno de glamour y estilo:

Como muestra esta foto que captura el glamour que envolvía cada detalle de la boda. Victoria, rodeada de sus amigas, todas integradas en una paleta de colores fucsias y rojos que irradiaba elegancia y sofisticación.

El ramo de boda: Victoria rompe la tradición con un gesto lleno de significado:

Tradicionalmente, se espera que la novia tire su ramo para que otra persona lo reciba, sin embargo, Victoria optó por un enfoque más original. En lugar de seguir la tradición, decidió dividir su ramo de calas, entregando una flor a cada una de sus amigas, lo cual rompió con las expectativas tradicionales. De este modo, demostró que no siempre hay una única forma de hacer las cosas. Su elección reflejó su estilo único y personalidad, lo que hizo que este gesto fuera tan especial como su boda misma.

Diversión y emoción al ritmo de la música, así transcurrió esta boda:

Cargados en hombros por sus amigos, Victoria y Guillermo disfrutaron a lo grande del baile y la música, contagiando a todos con su entusiasmo. De hecho, este instante reflejó perfectamente la diversión y la emoción que marcaron el ritmo de toda su boda. Sin lugar a dudas, fue un momento único que capturó la esencia festiva y la conexión profunda de la pareja, haciendo de este día una celebración inolvidable.

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