Victoria y Guillermo
boda de destino en La Habana
Planear una boda de destino en La Habana es un reto emocionante. Para estos novios, esta ciudad no solo es un lugar lleno de historia y encanto, sino también el escenario donde se comprometieron. Por lo tanto, regresar a La Habana para celebrar su boda fue la manera perfecta de rendir homenaje al inicio de su historia juntos. Desde los preparativos en el Hotel Manzana Kempinski hasta la fiesta en La Guarida, cada detalle fue cuidadosamente planeado para reflejar su esencia.
Victoria y Guillermo
Planear una boda de destino en La Habana es siempre un reto emocionante
Para Victoria y Guillermo, esta ciudad no solo es un lugar lleno de historia y encanto, sino también el escenario donde se comprometieron. Por lo tanto, regresar a La Habana para celebrar su boda fue la manera perfecta de rendir homenaje al inicio de su historia juntos.
Desde los preparativos en el Hotel Manzana Kempinski hasta la fiesta en La Guarida, cada detalle fue cuidadosamente planeado para reflejar su esencia. De este modo, lograron crear un día inolvidable que, sin duda, será recordado por todos los presentes.
Preparativos de una boda de destino en La Habana: Momentos llenos de complicidad
Victoria y Guillermo eligieron el lujoso Hotel Manzana Kempinski para prepararse en su gran día. Situado en el corazón de La Habana, este icónico hotel ofreció el ambiente perfecto para compartir momentos íntimos con sus personas más cercanas.
En un momento especial, Victoria vivió un emotivo first look con sus damas de honor, lleno de complicidad y alegría. Al mismo tiempo, Guillermo brindaba con sus amigos, anticipando la celebración que estaba por venir.
Un look pensado para deslumbrar
Después de probarse numerosos vestidos, finalmente Victoria eligió un diseño único que combinó elementos de dos creaciones, adaptados especialmente para ella. Este vestido de Lorenzo Caprile, acompañado de un sombrero con un estilo vintage, reflejó su personalidad sofisticada y moderna. Además, la convirtió en el centro de todas las miradas durante esta boda de destino en La Habana.
Ceremonia de boda llena de simbolismo en el Palacio de los Matrimonios
El Palacio de los Matrimonios de Prado, con su majestuosa Sala de Conciertos Ignacio Cervantes, fue el escenario perfecto para esta boda de destino en La Habana. Este lugar histórico, conocido por su impecable acústica, permitió que la música en vivo se destacara como un elemento clave durante la ceremonia.
La entrada de Victoria fue uno de los momentos más emotivos del día. Primero, llegó acompañada por sus padres; sin embargo, en los últimos pasos caminó sola hacia el altar, lo que simbolizó su tránsito personal hacia una nueva etapa de su vida junto a Guillermo.
El arreglo floral en forma de medio círculo, cuidadosamente diseñado como el altar de la ceremonia, añadió un toque de unidad y continuidad sin competir con la belleza del espacio. Victoria quiso que cada elemento complementara la grandeza del lugar, sin restarle protagonismo al entorno. Este detalle no solo destacó el simbolismo de la ceremonia, sino que también realzó la elegancia del lugar.
Caravana de Autos Clásicos: Un imprescindible en toda boda de destino en La Habana:
La caravana de autos clásicos fue uno de los momentos más divertidos de esta boda de destino en La Habana. Tanto los novios como sus invitados llegaron a La Guarida en descapotables, regalándonos fotos espectaculares. Además, los colores rojos y fucsias de los autos, que coincidían con los vestidos de las damas de honor, reforzaron la armonía y el estilo de la celebración.
Este desfile de autos no solo ofreció un recorrido, sino que se convirtió en una parte esencial de la experiencia, destacando la esencia auténtica de Cuba. La caravana, como elemento icónico en cualquier boda de destino, brindó un toque especial que complementó el estilo vintage de este evento, además de generar un entusiasmo palpable entre los asistentes.
La Guarida: El encanto vintage de esta boda de destino en La Habana
Aunque se había planeado una conga en el Prado para la salida del Palacio de los Matrimonios, la lluvia cambió los planes. Sin embargo, los músicos fueron trasladados por nosotros a La Guarida, donde, con la misma energía y ritmo, recibieron a los novios y a los invitados. De este modo, el cambio de locación no desentonó con el plan original, logrando que la llegada al emblemático restaurante mantuviera la acción y la energía del momento.
El cóctel previo a la cena se celebró en el salón principal de este emblemático restaurante. Ciertamente, era difícil competir y sorprender a los invitados después de la majestuosidad del Palacio. Pensando en este detalle, diseñamos específicamente para el salón un estilo greenery de alto impacto. Las columnas y portones, adornados con enredaderas y flores blancas, crearon un ambiente mágico y elegante. La icónica escalera, decorada con un estilo greenery inspirado en jardines ingleses, se destacó como uno de los puntos más fotografiados de la boda, y se convirtió en el espacio más instagrameable de la celebración..
Durante la cena, los invitados ocuparon todos los salones de La Guarida. Las mesas estaban decoradas con quinqués vintage, ramitos de eucalipto y rosas blancas. Todo esto se combinó en perfecta armonía con el estilo único del lugar.
Fiesta en la terraza: Alegría y diversión desbordante
Con la lluvia como un recuerdo lejano, la fiesta en la terraza de La Guarida fue el cierre perfecto para un día lleno de emociones. Así, en esta boda de destino en La Habana, la música en vivo marcó el ritmo de una noche inolvidable. Además, todo estuvo acompañado de cócteles, puros y un ambiente de celebración que contagió a todos los presentes.
Los invitados disfrutaron de baile, risas y momentos espontáneos que capturaron la esencia festiva de la pareja. De hecho, cada rincón de la terraza reflejaba la alegría y la energía que tanto Victoria como Guillermo deseaban para su boda. Fue una noche de pura celebración, llena de fotografías que inmortalizaron un día especialmente divertido y espectacularmente bello.
Proveedores:
Coordinación, Decoración y Flores: Aire de Fiesta
Planner Internacional: Luciana Krizanowski
Fotos: Marcel Kriegl
Maquillaje: Michel Rego
Ceremonia: Palacio de los Matrimonios de Prado
Recepción: La Guarida
Un momento de reflexión antes de la boda:
En los momentos previos, los novios dedicaron tiempo a escribir sus pensamientos y deseos personales.
Preparativos en el Hotel Manzana Kempinski
Victoria, con su elegante vestido de Lorenzo Caprile, lista para su boda de destino en La Habana. El Capitolio de fondo resalta la conexión única entre el diseño atemporal de su look y la belleza histórica de Cuba.
La llegada al palacio de los Matrimonios de Prado:
Victoria llega al Palacio de los Matrimonios de Prado, el majestuoso escenario elegido para su ceremonia de boda de destino en La Habana. El edificio cautivó a los novios no solo por su belleza, sino también por su rica historia y su ubicación única. Acompañada por su padre, quien ajusta su velo con un gesto lleno de cariño, Victoria avanza hacia el Palacio, dando el primer paso hacia esta nueva etapa junto a Guillermo.
La magia de la música en vivo:
Inicialmente, no estaba prevista una orquesta clásica con piano para la ceremonia. Sin embargo, al descubrir el impresionante piano de cola Steinway & Sons, les sugerimos a los novios incorporarlo. El piano, acompañado por los violines, creó una atmósfera mágica que marcó cada momento de la ceremonia.
Descubre más sobre cómo incorporar música en vivo en nuestro artículo del blog.
La entrada de Victoria a la ceremonia:
La entrada de Victoria fue uno de los momentos más emotivos del día. Primero, llegó acompañada por sus padres, pero a medida que se acercaba al altar, decidió caminar sola hacia él. Este gesto simbolizó el tránsito personal hacia una nueva etapa de su vida junto a Guillermo.
El beso que sella la unión:
Capturada por Marcel Kriegl, es una de las fotografías favoritas de la pareja. Esta imagen no solo refleja la emoción del momento, sino que también captura la majestuosidad del Palacio de los Matrimonios. El imponente techo, con su diseño arquitectónico único, enmarca perfectamente este instante, destacando la elegancia del lugar y la conexión de Victoria y Guillermo en su boda de destino en La Habana.
Un recorrido lleno de estilo y diversión:
Los novios y sus invitados recorrieron La Habana en carros antiguos descapotables.Un detalle divertido de la imagen son los zapatos de Victoria, con el cartel ‘Wifey for Lifey’ visible en sus pies levantados.
El inicio de una celebración inolvidable:
El sonido de tambores y la energía contagiosa de los músicos marcaron el inicio de una celebración inolvidable en esta boda de destino en La Habana.
Otro escenario espectacular para esta boda de destino:
La Guarida recibió a los novios y sus invitados con una decoración espectacular. Las columnas y portones fueron decorados con enredaderas y flores blancas.
El espacio más instagrameable de esta boda: La escalera del salón principal.
Cubierta de vegetación fue uno de los puntos más fotografiados de la noche y el espacio más intagrameable de esta boda de destino en La Habana.
Detalles de la decoración de las mesas en La Guarida:
Cada mesa fue adornada con quinqués antiguos adaptados para velas. Estos quinqués, algunos sin sus campanas originales, se transformaron en floreros que enriquecieron la decoración de la boda. El greenery, en su forma más sutil, se integró perfectamente en las mesas sin invadir el espacio. Indudablemente, este detalle añadió un toque de frescura y naturaleza. Cada pieza, desde los quinqués hasta las sillas antiguas de La Guarida, tiene una historia vivida. Todo esto capturó la esencia de La Habana, resaltando la magia de esta boda de destino en La Habana.
Otra foto icónica de esta boda de destino en La Habana:
La escalera inferior, cuyas paredes reflejan la historia, es un punto de interés tanto para fotógrafos como para los visitantes de La Habana. De este modo, Marcel Kriegl aprovechó el carácter de este espacio, capturando una de las imágenes más representativas de esta boda.
Elementos auténticos de la cultura cubana:
Cuando se celebra una boda de destino en Cuba, los novios suelen buscar vivir la autenticidad de la isla. En este sentido, los puros cubanos jugaron un papel fundamental en la celebración. Además, los cócteles preparados con ron acompañaron a los invitados a lo largo de toda la boda, en un maridaje perfecto. Así, esta combinación de elementos permitió que la esencia de Cuba se integrara con la elegancia de la boda, creando, de este modo, una experiencia genuina.
Un momento lleno de glamour y estilo:
Como muestra esta foto que captura el glamour que envolvía cada detalle de la boda. Victoria, rodeada de sus amigas, todas integradas en una paleta de colores fucsias y rojos que irradiaba elegancia y sofisticación.
El ramo de boda: Victoria rompe la tradición con un gesto lleno de significado:
Tradicionalmente, se espera que la novia tire su ramo para que otra persona lo reciba, sin embargo, Victoria optó por un enfoque más original. En lugar de seguir la tradición, decidió dividir su ramo de calas, entregando una flor a cada una de sus amigas, lo cual rompió con las expectativas tradicionales. De este modo, demostró que no siempre hay una única forma de hacer las cosas. Su elección reflejó su estilo único y personalidad, lo que hizo que este gesto fuera tan especial como su boda misma.
Diversión y emoción al ritmo de la música, así transcurrió esta boda:
Cargados en hombros por sus amigos, Victoria y Guillermo disfrutaron a lo grande del baile y la música, contagiando a todos con su entusiasmo. De hecho, este instante reflejó perfectamente la diversión y la emoción que marcaron el ritmo de toda su boda. Sin lugar a dudas, fue un momento único que capturó la esencia festiva y la conexión profunda de la pareja, haciendo de este día una celebración inolvidable.