
Susana and Julio
boda en el Hotel Nacional de Cuba
Aunque ya no viven en Cuba, Susana y Julio regresaron para casarse rodeados de las personas que hacen que un día así tenga sentido. Y el Hotel Nacional les ofrecía todo lo que soñaban para su boda clásica y romántica.
Caja en blanco
La ceremonia: romanticismo entre jardines y flores
El diseño floral fue el corazón de la ceremonia.
Se trabajó una propuesta en tonos pasteles, con rosas como protagonistas, creando un escenario romántico, delicado y lleno de luz.
Un arco de flores enmarcó el espacio, acompañando el momento sin quitarle protagonismo a los novios.
Aunque la estética de la boda fue clásica y romántica, algunas tradiciones también se reinterpretaron.
Susana llegó caminando de la mano de su mamá, mientras que Julio lo hizo acompañado de sus dos padres.
Porque en una boda no hay una única forma de hacer las cosas: entra con quien quieras compartir ese momento.
La recepción: una noche de celebración en el Salón 1930
Después de la ceremonia en los jardines, los invitados se trasladaron al Salón 1930 del Hotel Nacional de Cuba.
El salón climatizado ofrecía el ambiente perfecto para seguir celebrando, especialmente en los meses más cálidos de La Habana.
La decoración mantuvo la misma línea clásica y romántica: centros de mesa altos, lámparas de cristal, velas encendidas y una paleta de tonos suaves que aportaba calidez y elegancia al espacio.
El arco floral, que presidió la ceremonia, se reubicó detrás del pastel de bodas, convirtiéndose en parte del fondo de las fotos más importantes de la noche.
Además, se creó un área de photocall y un techo cubierto de luces de hadas terminó de dar al salón esa atmósfera mágica que buscaban, sin perder la sobriedad del diseño.
La recepción: una noche de celebración en el Salón 1930
Después de la ceremonia en los jardines, los invitados se trasladaron al Salón 1930 del Hotel Nacional de Cuba.
El salón climatizado ofrecía el ambiente perfecto para seguir celebrando, especialmente en los meses más cálidos de La Habana.
La decoración mantuvo la misma línea clásica y romántica: centros de mesa altos, lámparas de cristal, velas encendidas y una paleta de tonos suaves que aportaba calidez y elegancia al espacio.
El arco floral, que presidió la ceremonia, se reubicó detrás del pastel de bodas, convirtiéndose en parte del fondo de las fotos más importantes de la noche.
Además, se creó un área de photocall y un techo cubierto de luces de hadas terminó de dar al salón esa atmósfera romántica que buscábamos.
Las bodas de las que somos parte no se olvidan, y esta es especial por el cariño que nos une a Susana, a Julio y a su familia.

Suppliers:
Coordination, Decoration, and Floristry:
Aire de Fiesta
Location:
Photography:
Ivan Botello
Stylist:
Michel Rego


Detalle del ramo de novia
Mientras la decoración jugaba con tonos pasteles, Susana eligió que su bouquet fuera completamente blanco. Rosas, sus favoritas, en un diseño clásico y romántico, como su boda.





Las entradas de los novios se adaptan a cada historia
Ella entró con su mamá, y él lo hizo con ambos padres. Cada historia es distinta, y también lo son las entradas.
Las tradiciones se adaptan a lo que sentimos: lo importante es compartir ese momento con quienes verdaderamente queremos y podemos tener a nuestro lado.








Las entradas de los novios se adaptan a cada historia
Ella entró con su mamá, y él lo hizo con ambos padres. Cada historia es distinta, y también lo son las entradas.
Las tradiciones se adaptan a lo que sentimos: lo importante es compartir ese momento con quienes verdaderamente queremos y podemos tener a nuestro lado.





El primer beso
Meses de preparación para llegar a este momento: “ya puedes besar a la novia”. Todos los nervios de la ceremonia terminan aquí pero aún queda mucho por vivir de ese día.


Un beso que quedará por siempre
Pocos recuerdos son tan valiosos como este. La abuelita de Susana, una de sus personas favoritas, acompañándola en un día que quedará siempre.





El Hotel Nacional, testigo de esta boda.
Hermosa imagen de Susana y Julio con el Hotel Nacional de Cuba de fondo. Un lugar que, además de ser un símbolo de la isla, les ofreció justo lo que buscaban: jardines elevados con vistas al mar para su ceremonia y un salón perfecto para la recepción de la boda.











1 thought on “Boda en el Hotel Nacional de Cuba, Susana y Julio”
Boda Hermosa