
Melissa y Roberto
boda romántica de jardín
Melisa y Roberto eligieron celebrar su boda romántica de jardín en una residencia privada de la Habana de 1930. Una joya arquitectónica con amplios jardines que se convirtió en el escenario perfecto para una celebración llena de encanto y detalles pensados para resaltar la belleza natural del lugar.
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Una historia de amor que comenzó con música
Su historia comenzó en Yarini, donde Melisa, violinista del Cuarteto ALMA, se presentó aquella noche. La música fue el primer vínculo entre ellos y, por supuesto, estuvo presente en cada momento de su boda, desde la ceremonia hasta la celebración con mariachis y tequila.
Una boda de jardín con historia
El rincón más especial fue una fuente antigua que capturó nuestra atención desde el principio. Su elegancia atemporal inspiró la ceremonia al aire libre, donde los novios intercambiaron sus votos rodeados de naturaleza. Para la decoración floral, apostamos por un estilo cottage, creando arreglos que parecían recién cortados, llenos de frescura y un aire campestre y desenfadado que armonizó con la esencia de esta boda de jardín.
Recepción delicada y rústica: un equilibrio perfecto para una boda de jardín
La recepción siguió la misma línea, con detalles rústicos pero delicados y sutiles. Las mesas redondas, decoradas con manteles blancos y arreglos florales estilo jardín, completaron una atmósfera fresca y elegante. La iluminación cálida y las velas se integraron al estilo mientras se respetaba que el entorno natural siguiera siendo protagonista.
Fiesta mexicana: un toque de alegría y tradición
Como homenaje a las raíces mexicanas de Roberto, los mariachis no podían faltar. La fiesta cobró vida con música tradicional y tequila, pero el momento más especial fue cuando Melisa tomó el micrófono y cantó junto a ellos.

Proveedores:
Coordinación, Decoración y Flores:
Aire de Fiesta
Flores:
Lugar:
Residencia Privada
Fotos:
Gabriel González
Vestido:
Gaya Novias




Una fuente antigua del jardín, protagonista de esta boda romántica
Aunque las fotos de inspiración de Melisa incluían una estructura para el altar, finalmente la desechamos. La fuente antigua del jardín se convirtió en el escenario ideal para una boda elegante y atemporal. La decoración resaltó su belleza original, creando un ambiente romántico y lleno de historia.











La fuente antigua: escenario de momentos inolvidables de esta boda.
Después de la ceremonia, la fuente antigua volvió a ser protagonista en una íntima mini sesión de fotos.






Las flores frescas y silvestre: el romanticismo de estilo de boda de jardín
Para las flores queríamos un estilo cottage: campestre y desenfadado, como si estuvieran recién cortadas. Los tonos pastel y la combinación con flores silvestres aportaron esa frescura romántica que buscábamos, integrándose perfectamente en el ambiente de jardín.





Mariachis: el alma mexicana en la boda romántica de jardín
Si algo no podía faltar en esta boda, siendo Roberto mexicano, eran los mariachis. La fiesta cobró vida al ritmo de la música, pero el momento más especial fue cuando Melisa tomó el micrófono y cantó junto a ellos.







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