Portada de la revista Un honor tener en el blog de bodas de Aire de Fiesta, esta portada de ¡HOLA! destacando la boda de Elena Tablada y Javier Ungría en La Habana, Cuba.

Elena y Javier

boda en La Habana

Elena Tablada y Javier Ungría celebraron su gran día en un escenario cargado de historia y emoción. Esta boda en La Habana no solo fue un evento lleno de detalles espectaculares, sino también un homenaje a la familia de la novia, quien quiso casarse en la misma iglesia donde, setenta años atrás, lo hicieron sus abuelos.

Portada de la revista Un honor tener en el blog de bodas de Aire de Fiesta, esta portada de ¡HOLA! destacando la boda de Elena Tablada y Javier Ungría en La Habana, Cuba.

Proveedores:

Coordinación, Decoración y Flores:

Aire de Fiesta

Flores:

Islafor

Fotos:

Volvoreta

Maquillaje:

Natalia Belda

Vestido de Novia:

Atelier Fernando Claro

Traje de Novio:

Old Jeffrey

Ceremonia:

San Juan de Letrán

Lugar de recepción:

La Divina Pastora

 

La piña fue elegida por los novios como símbolo tropical de esta boda en La Habana

La piña tuvo un papel protagónico en la boda, no solo en la decoración, sino también en los momentos más significativos. El cofre en forma de piña guardaba los anillos, que fueron llevados hasta el altar por la hija de Elena, quien tuvo un papel muy especial en la ceremonia. Este símbolo, presente incluso en el logo de la boda, reflejaba la esencia cálida y tropical que marcó cada detalle del día.

Sesión de fotos en La Habana Vieja, el estilo y elegancia de esta boda

La jornada comenzó con una salida épica del Hotel Iberostar Grand Packard, donde Javier y su grupo de amigos descendieron con actitud y estilo por la icónica alfombra roja.

Luego, Javier tomó el volante de su coche biplaza, recorriendo las calles de La Habana. Cada imagen de este momento encapsula la emoción y la autenticidad de un día que quedará en la memoria de todos.

Casarse en la iglesia donde sus abuelos se casaron: el verdadero motivo de elegir La Habana para su boda

Elena llegó a la iglesia en un Chevrolet Impala convertible rojo de los años 50, conducido por su primo y padrino. En las imágenes, se percibe la solemnidad del momento: el auto ya estacionado en la entrada, mientras su primo y su hija la esperan para ayudarla a bajar.

Cada detalle de esta llegada refleja la importancia del instante: la elección del vehículo, la compañía cercana y el simbolismo de volver a un lugar con tanta historia para su familia.

San Juan de Letrán en La Habana, decorada de greenery para esta boda.

La iglesia de San Juan de Letrán se llenó de verde con una decoración basada en follaje variado y flores blancas. A lo largo del pasillo, los bancos fueron adornados con arreglos frondosos y velas, creando un ambiente fresco y elegante que conectaba con el estilo tropical de la recepción.

Entre las columnas, se situaron altos pedestales con arreglos de follaje y flores blancas, aportando altura y cerrando el espacio de la nave central.

Los niños entrando en la iglesia:

Como en todas las bodas, la entrada de los niños fue un momento especial. En esta ocasión, llevaron flores y carteles graciosos, lo que llenó la iglesia de ternura y sonrisas

El intercambio de las alianzas de boda

La hija de la novia tuvo un papel muy especial en la ceremonia, ya que fue la encargada de llevar los anillos. Sin duda, un momento lleno de emoción y significado para todos los presentes.

Recorrido en moto por La Habana: uno sus momentos preferidos de la boda

Los recién casados sorprendieron a todos al dejar la iglesia en una moto con sidecar, llevando consigo las banderas de Cuba y España. La cazadora de cuero con la inscripción Miss Ungría fue otro guiño inesperado que sumó personalidad al momento. La escena, espontánea y llena de energía, marcó el inicio de la siguiente etapa de la celebración en La Divina Pastora.

Un recibimiento con esencia cubana

Desde su llegada, los invitados fueron recibidos con sombreros de yarey cuidadosamente dispuestos en un mueble rústico, integrando el diseño tropical de la boda. Estos detalles no solo aportaron carácter a la ambientación, sino que también ofrecieron comodidad para disfrutar de la celebración al aire libre.

Más adelante, un cigar bar completaba la experiencia sensorial con una selección de puros cubanos y rones premium. Entre cajas de madera, piñas frescas y flores tropicales, cada elemento reforzaba la identidad cubana de la boda, invitando a los asistentes a disfrutar de los sabores y tradiciones de la isla.

Diseño y sofisticación en la mesa presidencial de esta boda con La Habana de fondo

Para la mesa presidencial, se estrenó un diseño en forma de A columpio, donde un gran arreglo floral flotante, repleto de follaje y flores tropicales, marcó el centro de la escena. Desde esta estructura colgaban luces cálidas, creando un ambiente íntimo y sofisticado al aire libre.

Cada detalle se pensó para mantener la coherencia con la estética tropical de la boda, incluyendo el uso de piñas como elemento decorativo, un símbolo clave en el diseño del evento e incluso en el logo de la boda. Con vistas a la bahía de La Habana y rodeada de mesas que seguían el mismo estilo exuberante, la mesa presidencial se convirtió en un punto focal de la recepció

La entrada de los novios a la recepción

Entre aplausos, los novios hicieron su entrada a la recepción bailando, mientras los invitados los recibían de pie, moviendo las servilletas al ritmo de la música. Un momento lleno de energía que marcó el inicio de la cena y de una celebración que prometía ser inolvidable.

Dos bailes que abrieron la fiesta:

La pista de baile, personalizada con el monograma de la boda, se convirtió en el escenario perfecto para su primer baile como esposos. Primero, comenzaron con una emotiva balada que capturó todas las miradas. Luego, sorprendieron a todos al cambiar el ritmo con una enérgica versión en salsa de ‘Uptown Funk’. La emoción creció aún más cuando los invitados se unieron a la pista, creando un momento lleno de ritmo y alegría.

Música en vivo, imprescindible en una boda de destino en La Habana:

Desde la ceremonia en la iglesia hasta la gran fiesta, la música en vivo marcó el ritmo de esta boda en La Habana. Para comenzar, un grupo tradicional acompañó el cóctel; luego, un concierto de salsa animó la fiesta y, para cerrar con broche de oro, la hora loca llenó la pista con tambores, zanqueros y pura energía. Si estás buscando ideas para integrar música en tu boda, te recomendamos este artículo de nuestro blog. ¿Música en vivo en bodas?

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