Bella y Alejandro celebraron una verdadera boda de destino en uno de los jardines más solicitados de La Habana. El enlace que se diseñó desde pautas de estilo moderno y elegante hizo guiños a los aspectos más clásicos de este tipo de celebración.
La ceremonia se realizó en el jardín de La Divina Pastora, con vistas a la bahía de La Habana. El camino de la novia simulaba una pasarela de espejos. La elección de estructuras geométricas y los arreglos florales contribuyeron a crear un espacio único para los novios. El diseño de este espacio potenció el efecto del atardecer, horario escogido por la pareja para comenzar su ceremonia.
La paleta de color en tonos pasteles y el clásico blanco fueron también protagonistas de la recepción. Para la cena se combinaron mesas redondas y mesas caladas con la pista de baile al centro. En todo el espacio se alternaron texturas y diseños en la decoración.
La iluminación de ambientación de esta boda en La Habana, las lámparas, las estructuras de madera con telas blancas, contribuyeron a crear un entorno mágico para los invitados.
Dentro de los momentos más distintivos: el recorrido de novios e invitados en auto antiguos; los zanqueros con sus trajes coloridos y las lámparas de papel, con buenos deseos, volando en el cielo de La Habana.
Boda de destino, coordinada, decorada y personalizada hasta el menor de los detalles, en La Habana.
Fotografía cortesía LIM Studio
