

Glenda y Osmany
Elegante boda en el Hotel Nacional de Cuba
Con un estilo romántico y clásico, la ceremonia y la recepción transformaron por completo los espacios del hotel. Destacaron el camino de la novia cubierto de pétalos, un aro floral gigante y lámparas personalizadas que lograron una atmósfera mágica. Las mesas espejadas y los centros de mesa en tonos verdes y blancos provocaron un auténtico efecto wow durante la cena. Una propuesta impecable para quienes sueñan con una boda elegante en el Hotel Nacional de Cuba.

Proveedores destacados:
Coordinazione, Decorazione e Fioreria:
Aire de Fiesta
Fotografia:
Julio Alvite
Luogo:
Vídeo:
Producciones Almendares
Actuación:
Leoni Torres

Bien acompañada, Glenda se preparó entre risas, nervios y ternura
Incluso antes de la ceremonia, la cercanía entre Glenda y sus personas más queridas ya marcaba el día. En una de las habitaciones del Hotel Nacional, compartió risas con su hermana melliza y su hija, cuya picardía trajo una ternura espontánea que ayudó a relajar los nervios. Fue un inicio hermoso para un día único.



Justo antes de salir para la ceremonia
Tal como ocurrió en tantos momentos del día, Glenda ríe mirando a su hija, que —fuera de cámara— ya empezaba a hacer de las suyas. Fue una de esas risas espontáneas que quedan grabadas sin que nadie las planee.

Una decoración de boda elegante en los jardines del Hotel Nacional de Cuba
Frente al mar, la ceremonia de esta elegante boda en el Hotel Nacional de Cuba se celebró en los jardines, logrando una puesta en escena impecable. El camino de los novios no se cubrió simplemente con pétalos: se diseñó con un patrón ornamental trazado directamente sobre el césped, utilizando pétalos blancos en formas curvas y simétricas que guiaban hacia el altar.
Ese altar, enmarcado por un aro floral gigante, se convirtió en el punto focal: una estructura cubierta de follaje y flores blancas que dialogaba con la vista sin competir con ella. En la entrada al pasillo, dos grandes arreglos elevados aportaron volumen y marcaron el inicio del recorrido ceremonial.
Las sillas Chiavari se vistieron parcialmente con una capa de tela transparente que no ocultaba su estructura, pero sumaba un toque etéreo y sofisticado. La elección de este detalle visual reforzó la clave de esta boda: una elegancia sutil, natural y perfectamente integrada con el entorno. Cada elemento fue concebido para acompañar el instante del “sí, quiero” con armonía, belleza y un fuerte sentido de lugar.



Una llegada majestuosa a los jardines del Hotel Nacional
Glenda llegó en un coche de caballos junto a su papá y su hija, partiendo desde la entrada principal del Hotel Nacional. Recorrieron la calle hasta entrar por la zona trasera, justo donde comienzan los jardines. Fue una entrada pausada y majestuosa, que marcó el inicio de la ceremonia con la cercanía de su familia y la elegancia que definió toda la boda.




Pequeña protagonista en una gran boda
Sin duda, la pequeña de la pareja robó miradas durante la ceremonia. Entre gestos espontáneos y ocurrencias inesperadas, protagonizó varios de los momentos más tiernos —y divertidos— del día.


Bajo el aro floral que construimos a medida, justo después del “sí”
El beso bajo el aro floral, que construimos especialmente para ellos. Nuestro aro habitual —pensado para personas de estatura promedio— simplemente no era suficiente para Osmany. Campeón de voleibol y de altura imponente, necesitaba una estructura más grande.





Una Transformación Elegante de la Sala 1930 del Hotel Nacional de Cuba
La icónica Sala 1930 del Hotel Nacional de Cuba se transformó por completo para la recepción. Grandes instalaciones suspendidas se convirtieron en lámparas espectaculares, construidas con fairy lights y flores, que llenaron el techo de brillo y textura. La iluminación cálida, combinada con telas colgantes, envolvió el espacio en una atmósfera íntima y sofisticada.
Las mesas mezclaron superficies espejadas con otras de cristal iluminadas desde abajo, logrando efectos visuales impactantes. Con cristalería fina y centros de mesa en tonos verdes y blancos, cada rincón reafirmó la elegancia y el cuidado por los detalles que definieron esta celebración.

Impactante iluminación del Salón 1930.
Antes de que entraran los invitados, Glenda y Osmany recorrieron el salón ya listo para ver el resultado final. Lo hicieron con la emoción de quien ve un sueño hecho realidad.





El cierre perfecto para esta elegante boda en el Hotel Nacional de Cuba
Tener a Leoni Torres en vivo fue un lujo absoluto. Uno de los grandes artistas de Cuba abrió la fiesta con un concierto espectacular que dejó a todos impactados. Su presencia, su voz y el carisma que lo distingue convirtieron ese momento en algo único. Desde la primera canción, la pista se llenó, y la celebración arrancó por todo lo alto. Así comenzó la fiesta de esta elegante boda en el Hotel Nacional de Cuba: inolvidable, vibrante y llena de ritmo.



Un breve resumen para vivir la decoración de esta elegante boda en el Hotel Nacional de Cuba
Este breve video resume la atmósfera y los espacios de la celebración. En particular, permite ver cómo lució la decoración en los jardines y en el salón, destacando cada detalle que hizo especial esta boda elegante en el Hotel Nacional de Cuba.
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Para ellos casarse en el Hotel Nacional de Cuba fue una decisión sentimental: este hotel y Cuba forman parte de la historia personal de Mara.
Ecco come abbiamo organizzato il matrimonio a L'Avana di Susana e Julio, con cerimonia nei giardini dell'Hotel Nacional e ricevimento nell'elegante Sala 1930.
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1 commento su “Glenda y Osmany, elegante boda en el Hotel Nacional de Cuba”
Hola , me encantaría que ustedes se encargaran del día más feliz de mi vida. Me gustó mucho este estilo de boda elegante y clásico de Glenda y Osmany. Nos queremos casar en diciembre del año que viene y queremos tener un presupuesto con ustedes. Gracias 🙏🏻