

Sheyla y Jaikel
Sposarsi a La Divina Pastora
Sheyla e Jaikel non volevano solo sposarsi a La Divina Pastora: volevano un matrimonio spettacolare. E lo hanno avuto. Il blu reale ha segnato il tono di tutta la celebrazione, dal design grafico all’allestimento. Con una cerimonia imponente, un tavolo presidenziale che è diventato il fulcro dell’evento e una scenografia che ha trasformato completamente il luogo, questo matrimonio ha superato ogni aspettativa.
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Casarse en La Divina Pastora: la boda de Sheyla y Jaykel
Sheyla y Jaykel: una boda espectacular en azul real
Sheyla e Jaikel non volevano solo sposarsi a La Divina Pastora: volevano un matrimonio spettacolare. E lo hanno avuto. Il blu reale ha segnato il tono di tutta la celebrazione, dal design grafico all’allestimento. Con una cerimonia imponente, un tavolo presidenziale che è diventato il fulcro dell’evento e una scenografia che ha trasformato completamente il luogo, questo matrimonio ha superato ogni aspettativa.
Casarse en La Divina Pastora: cómo transformar un espacio icónico
Casarse en La Divina Pastora es, para muchas parejas, un sueño. La vista al mar, el entorno natural y su arquitectura al aire libre la convierten en una de las locaciones más solicitadas para bodas en La Habana. Pero más allá de lo que ofrece el lugar por sí solo, hay celebraciones que lo transforman por completo. La boda de Sheyla y Jaikel fue una de ellas.
Desde el inicio, el diseño se pensó con una estética marcada por el azul real, que sirvió de base para una propuesta moderna, elegante y muy coherente. El montaje general, pensado a escala, no buscaba solo decorar: proponía una experiencia visual y emocional desde el primer momento.
Una ceremonia con vista al mar y diseño escenográfico
Casarse en La Divina Pastora ofrece uno de los paisajes más abiertos al mar de toda La Habana. Pero en esta boda, ese entorno se convirtió en parte de una escenografía que fue más allá de lo habitual. La ceremonia se diseñó sobre una plataforma elevada con efecto papel de espejo, lo que no solo aportó elegancia, sino también una sensación de ligereza visual que realzaba cada paso de la entrada.
A lo largo del camino, jardineras continuas con flores frescas creaban una línea visual limpia y natural. El montaje se completó con dos arcos cubiertos de flores blancas: el primero marcaba la entrada al recorrido, y el segundo —más grande— funcionaba como altar. Todo estaba pensado para enmarcar sin distraer, para acompañar el momento sin restarle intimidad.
Un momento solo para ellos
Después de la ceremonia y de las fotos, Sheyla y Jaikel se tomaron unos minutos para leerse los votos en privado. Sin público, sin discursos, solo con las cámaras como testigos. Fue un instante de pausa en medio del ritmo del evento, un momento tranquilo antes de volver a la cena y al resto de la celebración.
Una identidad visual coherente y llena de detalles
Uno de los mayores aciertos de esta boda fue la forma en que se integraron los elementos gráficos y decorativos. Todo giró en torno al monograma de los novios, trabajado en blanco y azul real. Este sello visual apareció en la pista de baile impresa, en el bar, en el seating plan, en el menú y en distintos puntos estratégicos del montaje.
La pista de baile tuvo también un momento de protagonismo emocional: durante el primer baile, se activó el efecto de humo bajo, acompañado por sparkles que acentuaron la intimidad del instante sin restarle energía. El equilibrio entre lo visual y lo emocional estuvo presente en cada decisión, sin excesos, pero con intención.
La paleta de color se aplicó con precisión: mientras que las mesas de los invitados se vistieron en tonos azules, la presidencial sumó acentos dorados que reforzaban su carácter protagónico. Cada elección cromática, de materialidad y de distribución ayudó a construir un relato visual coherente, que se sentía tanto en el conjunto como en los detalles.
La mesa presidencial como eje del diseño
En eventos de esta escala, siempre hay un punto focal. Y aquí, fue sin duda la mesa presidencial. Larga, con capacidad para cincuenta personas, se diseñó en forma de serpentina y se ubicó bajo un túnel de arcos continuos que sostenía toda la iluminación directa de la mesa.
La combinación de estructura, flores e iluminación generó una escenografía envolvente. A ambos lados, los arreglos florales en cascada caían desde la mesa como una extensión natural de la decoración. Era imposible no mirar hacia ese centro: todo el salón giraba en torno a él, tanto física como visualmente.
Este tipo de montaje no solo responde a una estética determinada, sino también a una manera de entender el evento. La mesa presidencial no fue un elemento aislado, sino el corazón desde el que se organizó la distribución general y la atmósfera del espacio.
Un arco, una pasarela y un fondo que todos eligieron
Aunque la cabina telefónica fue un detalle original, el espacio más fotografiado de la boda fue el montaje de la ceremonia. Tras el “sí”, el arco se iluminó con una lámpara suspendida, el pastel ocupó el centro, y la pasarela se mantuvo intacta. Esa misma estructura —con sus flores, proporción y ubicación— se convirtió en el fondo preferido por todos para las fotos de grupo.
Un cierre lleno de gestos memorables
Más allá del diseño, hubo muchos gestos que hicieron de esta boda una experiencia cercana y distinta. La cabina telefónica reconvertida en videobooth fue uno de ellos: los invitados entraban para dejar mensajes espontáneos, divertidos o emotivos. Un recuerdo real y lleno de intención.
Otra decisión distinta fue la forma de entregar el bouquet. En lugar del clásico lanzamiento, Sheyla optó por el juego de cintas: cada invitada sujetaba una cinta atada al ramo, y giraban a su alrededor hasta que solo quedaba una. Un gesto participativo y simbólico que cambió por completo la energía de ese momento.
Casarse en La Divina Pastora fue el sueño con el que Sheyla y Jaikel llegaron a nosotros. Pero lo que ocurrió superó toda expectativa. Ya sin invitados en el lugar, Sheyla no quería que la noche terminara. Sentada en la plataforma de la ceremonia, emocionada, descubría detalles de los que no había sido consciente durante la celebración. Y nos pedía que no desmontáramos nada. Porque en sus palabras, lo que vivió fue más hermoso que lo que alguna vez imaginó.

Fornitori:
Wedding Planning, Design e Decorazione
Aire de Fiesta
Fotografia:
Estudio Aires
Fioreria:
Trucco e Acconciatura
Michel Rego
Video:
Producciones Almendares
Luogo::
La Divina Pastora


La giornata è iniziata così
In una casa circondata dal bosco dell’Avana, Sheyla si è goduta i preparativi con tranquillità, tra risate, chiacchiere e l’energia di chi le stava accanto.









Tre gesti significativi e un brindisi prima di uscire
Jaikel si è preso un momento con ognuna di loro: sua nonna, sua madre e sua figlia. Ogni bacio racchiudeva un'emozione diversa. Poi, un brindisi rilassato con gli amici prima di andare alla cerimonia.





Una cerimonia mozzafiato
Il doppio arco coperto di fiori bianchi, la passerella a specchio e le fioriere continue hanno trasformato il giardino di La Divina Pastora in una scenografia imponente.


Passo dopo passo verso la cerimonia
Prima di arrivare alla pedana, Sheyla avanzava sorridente al braccio di suo padre. Il momento stava per iniziare, e lei lo stava già vivendo con gioia.






Il primo bacio
Dopo tanta tensione, il bacio ha segnato l’inizio di un’altra fase della giornata: quella di godersi, senza più ansia, tutto ciò che restava da vivere.





Un tavolo degli sposi impossibile da ignorare
Il tavolo degli sposi ha rappresentato il fulcro visivo di tutto il matrimonio, con composizioni floreali a cascata su entrambi i lati e un tunnel di archi illuminati sopra.






Un modo diverso di creare ricordi
Ci piace creare spazi che rendano ogni matrimonio unico. In questa occasione, abbiamo presentato una cabina telefonica che è diventata uno dei punti più fotografati. Un telefono vintage registrava video e messaggi vocali come ricordo per gli sposi.


Sono tornati all’altare, questa volta da soli
Dopo la cerimonia e le foto, Sheyla e Jaikel sono tornati all’altare per leggersi le promesse in privato. Senza pubblico, solo con le telecamere come testimoni, si sono concessi qualche minuto di tranquillità prima di tornare alla festa.




Così è iniziata la cena
Su invito del maestro di cerimonia, Sheyla e Jaikel sono entrati mano nella mano, festeggiando come se la festa fosse già al suo apice. Già prima della cena, l’atmosfera era chiara: godersi questo giorno al massimo.





Primo ballo, un altro momento spettacolare
La pista da ballo, decorata con il loro monogramma, si riempì di fumo basso. Fu il primo cambio di ritmo della giornata, segnando l'inizio vero e proprio della festa.


Un tocco originale per il bouquet da sposa
Attorno alla pista, con nastri in mano, le invitate giravano intorno a Sheyla. Un modo partecipativo e allegro di consegnare il bouquet, senza lanciarlo.

L’arco della cerimonia: il luogo preferito per le foto
Prima è stato l’altare. Poi lo sfondo per la torta. E al calare della sera, il punto in cui tutti sono tornati per le foto di gruppo, ora sotto una luce diversa.


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